Materia, Sonido y Magnetismo, espacio vibrante y común (VI)
El mal, la guerra y el sonido como factor
equilibrante…
En el universo todo está sometido
a constante movimiento y consecuencialmente a un ritmo perpetuo...
El mundo convulsiona y es amenazado por
fuerzas oscuras que conspiran en contra de la paz. "El sonido y sus implicaciones
benéficas representa una salida digna
-herramienta valiosa- que
contrarreste el efecto negativo de la
guerra".
(Delfín Martell) Reflexionemos sobre la
antítesis del ritmo y movimiento perpetuo. El mal, en lo que tiene de realidad, es el
desorden. En presencia del orden eterno, el desorden es esencialmente
transitorio. En presencia del orden absoluto, que es la voluntad de Dios, el
desorden es apenas relativo.
La afirmación absoluta del
desorden y del mal esencialmente es la mentira. La afirmación absoluta del mal
es la negación de Dios, puesto que Dios es la razón suprema y absoluta del
bien.
El mal, en el orden
filosófico, es la negación de la razón. En el orden social, es la negación del
deber. En el orden físico, es la resistencia a las leyes inviolables de la
Naturaleza. “El sufrimiento no es un mal sino la consecuencia y, casi siempre, el
remedio del mal”.
El hombre en busca de un factor equilibrante
escudriña en su propio organismo la respuesta...
Ejemplo: el aire que respiramos se compone de hidrógeno, oxígeno y
nitrógeno. El oxígeno y el hidrógeno corresponden a la luz de la vida y el ázoe (nitrógeno) a la
luz muerta.
Un hombre sumergido en el
nitrógeno no podría respirar ni vivir; así también, un hombre asfixiado por la
luz espectral no puede
hacer uso de su voluntad libre.
El arcano implícito en esta reflexión no
está en la atmósfera donde se realiza el gran fenómeno de la luz sino en nuestros ojos
estructurados para verla.
En otro orden…
Dentro de la gran mentira que el hombre disfraza de verdad para hacer
ver su propia iniquidad e imponer su absurda verdad se hace servir del recurso de la guerra.
Reflexionemos… ¿la guerra es un
mal?
Sí, además horrible. ¿Pero es un mal absoluto?
La guerra es trabajo generador
de las nacionalidades y de las civilizaciones. ¿Quién es responsable de la
guerra? A caso los hombres? Un escenario posible puede ser que
el hambre sea provocada por los monopolios; si la peste tiene por causa la
suciedad; entonces la guerra deriva del orgullo estúpido de reyes, emperadores o presidentes de estados y turbulencia de los pueblos.
El encuentro
del hombre y sus infinitos recursos -alojados en la mente- hacen de éste su
mejor o peor enemigo.
Solo el hombre salvara al hombre...
El estudio
concienzudo de la respiración como elemento sanador y catalizante provee el más
poderoso aliado en el proceso de evolución del hombre hacia una alto grado de
conciencia, que lo transformara en un ser honesto, equilibrado, afectivo y
espiritual. Rebosante de salud moral, mental y por consecuencia corporal.
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